Nocturna de la ciudad germinada

Acrílico sobre lienzo

120cmx100cm

Realizada en año 2011

 Cuando el pintor retrata a su modelo se enfrenta al reto de ver y dejar ver (representar) lo tangible y lo intangible. El artista siempre mira con el corazón, se involucra aguzando los sentidos para acceder a esa otra dimensión de la fisionomía. El rostro como pórtico a lo recóndito: la historia personal, el ascendiente social, el guiño que supera lo anecdótico y advierte las esencias. ¿Qué pasa cuando ese modelo es la ciudad?