Ilustración del poema de MARÍA ZAMBRANO

DELIRIO DEL INCRÉDULO
Bajo la flor, la rama;
sobre la flor, la estrella;
bajo la estrella, el viento.
¿Y más allá?
Más allá, ¿no recuerdas? , solo la nada.
La nada, óyelo bien, mi alma:
duérmete, aduérmete en la nada.
[Si pudiera, pero hundirme…]
Ceniza de aquel fuego, oquedad,
agua espesa y amarga:
el llanto hecho sudor;
la sangre que, en su huida, se lleva la palabra.
Y la carga vacía de un corazón sin marcha.
¿De verdad es que no hay nada? Hay la nada.
Y que no lo recuerdes. [Era tu gloria.]
Más allá del recuerdo, en el olvido, escucha
en el soplo de tu aliento.
Mira en tu pupila misma dentro,
en ese fuego que te abrasa, luz y agua.
Mas no puedo.
Ojos y oídos son ventanas.
Perdido entre mí mismo, no puedo buscar nada;
no llego hasta la nada.

Ilustración de Carta III (3 de abril de 1796) de Napoleón Bonaparte

(…)Vivir para Josefina: esa es la historia de mi vida. Me esfuerzo
por acercarme a ti, muero por estar a tu lado; tonto
de mí, no me doy cuenta de cuán lejos me encuentro,
de qué tierras y comarcas nos separan. ¿Cuánto tiempo
pasará antes de que leas estas líneas, débiles expresiones
del alma agitada en que reinas?(…)

Ilustraciones para el libro «Villa Beatriz» de Marié Rojas. 2013

Ilustraciones realizadas integramente con medios tradicionales, como acuarela, lápiz de color, tinta china. Formato A3

El libro cuenta con un total de 29 ilustraciones, a razón de una ilustración  a página completa para cada capítulo; además de portadilla, datos del autor y el diseño y realización de cubierta y contracubierta.

La ilustradora se propuso presentar las ilustraciones de una forma novedosa y creativa,  con una lógica narrativa diferente, recreando las historias del libro desde una secuencia gráfica muy parecida a la banda de cómic, pero en lugar de una secuencia de movimiento, una secuencia elíptica de las crestas dramáticas de cada relato.

 

«Un caudal nos une», acrílico sobre tela. 120cmx100cm

«Un caudal nos une»
Pieza concebida para la exposición colectiva «Sangre» (a propósito del Día Mundial de la Hemofilia) que se muestra del 7 al 16 de abril en el Centro Cultural Félix Varela, en La Habana, Cuba. Quise crear un espacio para la comprensión y el reconocimiento.
Comprensión de la condición del doliente y reconocimiento al donante por el noble acto de brindar su sangre para conservar la vida de otro. La sangre es un elemento común entre todos los seres humanos enfermos o no, un caudal que nos mantiene conectados. Por eso los dos seres humanos están a ambos lados de este caudal de vida, en direcciones inversas, complementándose y su posición fetal habla de esa condición
frágil que nos define, pues en determinadas circunstancias volvemos a nacer más de una vez.