Ilustración infantil. Elsa la lista, de Wilhelm y Jakob Grimm

Nueva imágenes de cuentos clásicos.

Ilustraciones realizadas con medios digitales, para la editorial digital Cubaliteraria. En el años 2013

—¡Vaya! —exclamó Juan—. ¡Mira qué pensamientos tan profundos! No necesito más en mi casa. Y puesto que eres tan lista, ¡ven, que vamos a casarnos ahora mismo!

Y agarrándola por una mano, corrió con ella escaleras arriba

y enseguida se celebró la boda.


Ilustración infantil. Elsa la lista, de Wilhelm y Jakob Grimm

Nueva imágenes de cuentos clásicos.

Ilustraciones realizadas con medios digitales, para la editorial digital Cubaliteraria. En el años 2013

Pero mientras esperaba a que

se llenase el jarro, para no tener los ojos sin hacer nada empezó a mirar por todas partes, pared por pared, hasta llegar al techo. ¡Y descubrió, justo encima de su cabeza, una piqueta que los albañiles habían dejado allí por descuido!

Y ya tienen ustedes a Elsa la Lista llorando a más no poder mientras pensaba: «Si me caso con Juan y tenemos un hijito y, cuando sea mayor, lo mandamos a buscar cerveza aquí abajo,

¡esa piqueta puede muy bien caerle

en la cabeza y matarlo!».

Ilustración infantil. Elsa la lista, de Wilhelm y Jakob Grimm

Nueva imágenes de cuentos clásicos.

Ilustraciones realizadas con medios digitales, para la editorial digital Cubaliteraria. En el años 2013

Y al saber que la causa del llanto era el hijito que a lo mejor llegaba a Elsa

a tener algún día y que podría muy bien morir si la piqueta acertaba

a caerle encima justamente

en el momento en que estuviese

allí sentado esperando por la cerveza, exclamó:

—¡Ah, eso es lo que se llama precaver! ¡Qué lista es nuestra Elsa!

Y se sentó también a llorar con

los otros.

Mientras tanto, Juan estaba allá arriba esperando. Por fin se dijo,

en sin que nadie regresara: «Seguramente que estarán esperándome. Mejor será que baje

a ver qué se traen entre manos».